¿Por qué no es buena idea dedicarte a lo que amas? Una investigación de Stanford te lo responde

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El 8 de junio de 2005, en una ceremonia de graduación de Stanford University, Steve Jobs lanzó la frase más popular de toda su biografía: “Tienes que encontrar lo que amas(…) y la única manera de hacer un buen trabajo es amar lo que haces”. Miles de graduados lo aplaudieron emocionados en sus togas, y el video oficial fue visto por más de 40 millones de personas. 

Aunque la idea de “hacer lo que amas” es un antiguo cliché, Jobs hizo que prendiera como la pólvora entre las nuevas generaciones de profesionales: ¿Cómo no buscarían “trabajar de lo que aman” si lo decía el fundador de la empresa más grande de todo el mundo, el mismísimo Jobs en persona?

Pero la idea de Jobs era tan poco realista, que ni él mismo la había aplicado. En realidad, él  había hecho todo lo contrario para llegar al éxito.

Steve Jobs no amaba las computadoras, menos la programación. Nunca creó una sola línea de código en Apple. Él amaba la caligrafía, la filosofía oriental y la música, pero sabía que el negocio estaba en la informática. Así que dejó de lado lo que amaba y se dedicó a explotar sus intereses más rentables (la tecnología y el diseño) , los conectó con su pasión por la tipografía y revolucionó el mercado con la Macintosh: la primera computadora en ofrecer fonts y elementos de diseño a elección para el usuario.  

Steve Jobs fue lo suficientemente inteligente para entender que podía tomar elementos útiles de sus pasiones, aplicarlos al negocio para diferenciarse del resto y generar impacto: creó diseños e interfaces tan atractivos que sus productos se volvieron la debilidad de los usuarios, y su logo la debilidad de los empresarios. 

Las autoridades de Stanford sabían a la perfección que el discurso de Jobs se había malinterpretado y que en lugar de inspirar a los estudiantes a salir al mercado y generar impacto, había instalado un concepto idealista y para nada funcional. ¿Cómo derribar el mito y evitar la frustración de sus futuros profesionales? La respuesta fue … con datos duros. 

Trece años después del discurso de Steve Jobs, Stanford lanzó una investigación científica que explica su contradicción: las personas que tienen más probabilidades de alcanzar el éxito no son las que siguen su pasión, sino las que desarrollan pasión por aquello que es conveniente para su carrera.

A lo largo de cinco estudios experimentales, tres psicólogos demostraron que quienes creen en la idea de “encontrar lo que amas” tienen menos tolerancia a la frustración, menos resiliencia para enfrentar las dificultades del mercado, y más posibilidades de fracasar en construir una carrera exitosa.

En cambio, quienes están dispuestos a desarrollar sus intereses según las demandas del mercado toleran mejor las dificultades, combinan intereses para trabajar de forma interdisciplinaria y construyen carreras que generan impacto. 

En otras palabras, el primer grupo creía que “elegir lo que amas” es sinónimo de motivación y satisfacción, y te ahorra dificultades laborales. En otras palabras, un falso ideal: la investigación prueba que “encontrar lo que amas” no sólo aumenta las posibilidades de frustración personal, también genera rotación laboral y reduce nuestra dedicación a esos intereses secundarios y menos “apasionantes” que sí nos convienen económicamente. 

Aunque el discurso de Steve Jobs fue sublime, los datos nos indican que no debemos hacer lo que él dijo, sino lo que él hizo: adaptar nuestros intereses a lo que el mercado indica. 

Pero Jobs era una persona extremadamente astuta y creativa, y el surgimiento de Apple se dio en un contexto excepcional … ¿Cómo podría un profesional común y corriente distinguir la oportunidad de mercado que haga la diferencia? ¿Qué habilidades tendrían valor y cómo podríamos potenciarlas? ¿De qué manera se convierte una carrera que sólo cumple estándares, en una carrera exitosa?

Por suerte, los psicólogos de Stanford no fueron los únicos en descubrir que explotar nuestros intereses más rentables es el mejor camino al éxito, y algunos autores referentes en el área ya diseñaron el paso a paso para hacerlo. A partir de nuestra selección de best-sellers vocacionales elegimos tres fórmulas aplicables para que conectes tus intereses personales con necesidades del mercado, y desarrolles tus pasiones en un terreno 100% rentable.

1- Encontrar el verdadero punto de conversión

La fórmula exacta para conseguir el éxito en proyectos individuales existe, y está en el libro The $100 Startup, de Chris Guillebeau. Luego de analizar 50 casos en los que individuos comunes y corrientes crean negocios de muy buena rentabilidad con inversiones promedio de sólo $100 dólares, el autor encuentra el denominador común. Para crear un producto valioso, que nos dé ganancias y satisfacción personal primero debemos descubrir nuestro propio punto de conversión, combinando los siguientes elementos: 

  • Nuestra pasión (lo que amamos hacer)
  • Un producto útil (que el mercado necesite y esté dispuesto a pagar)
  • Y una profesionalización de nuestras habilidades existentes, (volvernos expertos en esas capacidades que ya tenemos).
amas

2- Seguir el Concepto del Erizo 

¿Qué diferencia a una propuesta de valor buena, de una propuesta de valor excepcional? En su libro Good to Great, el autor Jim Collins nos explica qué es lo que diferencia a las grandes compañías de las compañías excepcionales con la metáfora del zorro y el erizo. Según Collins, las compañías “zorro” son ágiles, pero son inconsistentes y difusas porque persiguen diferentes objetivos a la vez. En cambio, las compañías “erizo” dirigen todas sus fortalezas hacia un mismo objetivo, (un core fuerte como el del animal), y avanzan de forma lenta y sólida. 

Esto significa que para ser excepcionales en lo que hacemos debemos ser como el erizo, y encontrar la intersección entre nuestras tres fortalezas fundamentales:  

  • Aquello en lo que podemos ser notoriamente mejores que la competencia.
  • Aquello que nos apasiona.
  • Aquello que rinde económicamente.
amas

El punto central entre los tres aspectos debe ser nuestro core: el principio que guíe todas las decisiones de nuestra carrera.

3- Descubrir nuestra motivación intrínseca

En su bestseller So Good They Can’t Ignore You el profesor Cal Newport le da un giro completo a la historia: en lugar de encontrar una pasión que oriente tu carrera, debes construir primero una carrera para encontrar algo que te apasione de verdad. 

¿Por qué? Porque según Cal cuanta más experiencia tenemos en un área, más disfrutamos de nuestro trabajo, todo lo contrario al ideal de “encontrar lo que amas”. Esto se explica a través de la teoría de la Motivación Intrínseca, según la cual nuestro verdadero motor de acción en realidad no viene de hacer “lo que amamos”, sino de la combinación de tres factores determinantes en nuestro desempeño: 

  • Autonomía (la posibilidad de dirigir nuestras acciones)
  • Propósito (el deseo de trabajar por algo más grande que nosotros mismos)
  • Maestría (tener conocimiento de lo que hacemos y el deseo de ampliarlo permanentemente)

Cal nos propone dejar pasar eso que hoy creemos que es “nuestra pasión” y especializarnos en nuestras habilidades hasta ser tan buenos en lo que hagamos… que nadie pueda ignorar nuestro trabajo. 

Aunque no tengamos una astucia para las oportunidades de mercado como la de Steve Jobs, hay algo en lo que definitivamente podemos imitarlo: distinguir las habilidades útiles de nuestras pasiones y aplicarlas en un espacio laboral rentable y demandado, para ponerle nuestro sello. Lo que debemos saber para no caer en falsos ideales es que ningún camino profesional nos dará la satisfacción suficiente para “amar lo que hacemos”, si no le agregamos primero el valor y el expertise que nos permitan ejecutarlo con autonomía y disfrutarlo.

Qué sería más satisfactorio: ¿perseguir una posibilidad durante toda tu vida y dedicarte a una actividad completamente enajenada de las necesidades del mercado y las tendencias del mundo actual … o dominar un área tan bien que puedas dirigir tu trabajo, tomar decisiones, y aplicar tus intereses libremente, con una rentabilidad suficiente para abrirte todas las posibilidades?

Si te gustaría transformar tus capacidades  y conectarlas con una demanda concreta del mercado, no dudes en contactarnos. Capacitamos talentos en las habilidades más demandadas por las grandes compañías, para que generes impacto y construyas una carrera de la que estés orgulloso.

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